lunes, 6 de mayo de 2013


SÍ ES PAÍS PARA TONTOS (LOS QUE QUEPAN Y MÁS)

Acabo de ver el reportaje del metro de Valencia que hizo Jordi Évole en su programa “Salvados”.

           

            ¿Qué puedo decir? Soy valenciano, pero aunque no lo fuera hubiera acabado  enfadado igualmente. He sentido rabia, impotencia, vergüenza y ganas de hundir mi pie en el televisor, y lo hubiera hecho si no le tuviera cierto cariño al aparato.

            Yo me pregunto: ¿realmente somos tan tontos que nos creemos vivir en democracia? Si lo que nos gobierna es una mafia dictatorial pura y dura, que lo vemos con nuestros propios ojos. ¿Por qué no aceptamos esa realidad? ¿Por qué esa realidad no hace hervir la sangre de los más de 40 millones de españoles que somos? Y más de seis millones en paro, que también es curioso que solo nos fijemos en esa cifra, la de parados. Esa cifra representa el número de personas apuntadas en el paro, y estoy seguro de que más del 90% de los parados tienen personas a su cargo. Los hijos de los parados también están censados como españoles, y por tanto hasta la mayoría de edad los hijos de parados también están en el paro. ¿Hasta cuánto puede subir la cantidad? ¿9 millones? ¿10 millones de personas en este país? Supone casi una cuarta parte de la población de este país señores.

            El accidente de metro más grave en la historia de este país. 43 muertos. El cuarto accidente de metro más grave del mundo de la historia. Preguntaron en Barcelona a gente de la calle si recordaban algo del accidente 7 años después y ninguno supo dar datos concretos. Igual hubiera pasado de preguntar en Gijón, Sevilla o Madrid. En cualquier punto del país. Y la verdad, es para flipar.

            En el capítulo de “Salvados” acertadamente titulado “Los olvidados” nos explican como esto ha llegado a ser así. Como este hecho tan grave ha quedado en la memoria de unos pocos, que hasta muchos valencianos les cuesta recordar. Cada día 3 durante todos los meses se concentran afectados en la plaza de la Virgen en Valencia. Gente que perdió a padres, hermanos, amigos, hijos… tras siete años siguen haciéndolo. Y las señoras que pasean alegres y orgullosas de lo bonita que Rita está dejando la ciudad (que las hay a centenares, que soy valenciano y me las conozco) se acercan al tumulto para preguntar qué está haciendo esa gente ahí.

            ¿Qué interpretación se puede sacar a esto? Pues que somos tontos. Que nos han idiotizado y lo han conseguido, de manera magistral por cierto. Nos echarán cosas en la comida. Emitirán ondas que nos ablanden el cerebro. El fútbol. Las motos. Telecinco. Algún tejido experimental con el que hacen los sofás, para que nos cueste muchísimo levantarnos de él. Algo debe de haber, vete a saber el qué.

            Pero como todo, la manera que tengan para idiotizarnos no afecta a toda la población, solo a un gran porcentaje. Al igual que yo, supongo que habrá mucha gente que piense que este país es de locos. Por cosas como: esperar horas para ver pasar a un jugador de fútbol por delante de tus narices y como mucho que te haga un gesto con la mano. Y volverte loco de felicidad por ello. Ese tío al que llevas horas esperando tiene tanta pasta que un coche suyo te lo puede cambiar por tu casa. Entre los 35-40 años se jubilará y le quedará una pensión de por vida de tres pares de cojones, a no ser que se enganche a la cocaína o al peyote. Tú tendrás que jubilarte a los 67 (y espérate) y te quedará una pensión justa no, insuficiente tampoco, lo siguiente. Porque tal como está la economía ahora, ¿crees que habrá dinero para que tú te jubiles y tengas una pensión como Dios manda? ¿Por qué tenemos que adorar a los ricos, guapos y chulos? ¿Por qué Dios es Messi o Cristiano y no uno mismo? ¿Por qué insultamos a los del equipo contrario si ellos no nos insultan a nosotros, y no insultamos a los políticos que sí nos insultan diariamente a la cara? ¿Por qué estamos dispuestos a partirnos la cara por Sociedades Deportivas, que son empresas al fin y al cabo, si ellos no te regalan el abono para que vayas a ver a tu equipo por muy jodido que estés? ¿Por qué está gente que invierte X horas a la semana en esto no invierte X horas en apoyar a esa gente que se concentra en la plaza de la Virgen pidiendo culpables, que los hay?

            Jordi entrevista a un maquinista del metro de la línea 1 de Valencia. Hacía meses que se había advertido de una anomalía en el tramo de la vía en la que sucedió el accidente. Se puso una baliza, que más bien estaba de adorno. Cada convoy lleva un “libro de averías”, que por lo que explican es un tomo bastante gordo con un histórico de anomalías que el maquinista va detectando. El libro de averías del metro accidentado ha desaparecido. Nadie sabe dónde está. Según los entrevistados es imposible que se hubiera desintegrado. Completamente imposible. Pero el libro no está. Políticos visitan a los afectados los días siguientes a la TRAGEDIA. Tras el momento de consuelo inicial protocolario les prometen ayuda, colocarlos en buenos puestos de trabajo, y disuadirlos de no denunciar a la empresa FGV. Evidentemente, una empresa que trabaja para el ayuntamiento tiene que haber ahí un amiguismo importante. Los trabajadores de FGV son obligados a aprenderse un guión para la declaración que tuvieron que hacer ante una jueza (que ya vivirá bien ya) en una salita de las Cortes, porque no ha habido juicio formal. El guión por supuesto defendiendo los intereses de la empresa, y no los de los afectados.

            Todo esto lo hemos visto. Todos. Yo lo he visto. Podéis verlo en la web de laSexta. Por favor vedlo. Y decidid por vosotros mismos si lo que gobierna en este país es una mafia o no lo es. Estoy seguro de que muchos de estos políticos que se creen que tiene idea de algo tienen en sus casas la edición blu-ray remasterizada de “El padrino”, y la miran con una sonrisa burlona pensando en cuánto podrían aprender Coppola y Puzo de ellos. Pero como resulta que esto es una democracia, o al menos eso dicen, todavía nos queda la libertad de pensar por nosotros mismos, de no ser tontos y tratar de joderles, por lo menos un poquito, que ellos a nosotros nos joden bastante.

            El programa acaba con un intento de entrevista a uno de los que estuvo metido en el ajo. No me acuerdo del nombre, y aunque me acordara no quiero escribirlo. Fue uno de los que más trabajó para archivar el caso rápido, pues en cuatro días venía el Papa. El Papa es un señor mayor, generalmente tembloroso, que levanta tantas pasiones como Messi o Cristiano, pero su público pertenece a otro sector. Gracias a este señor que tenía que venir sí o sí porque ya se habían gastado una millonada en los preparativos y no en arreglar la vía en la estación de metro de Jesús (apropiado)… pues gracias a este señor la ciudad de Valencia no guardó ni un solo día de luto por los 43 fallecidos y sus familias. Que no digo que el Papa tenga la culpa del accidente. Pero Valencia decidió que era más importante que viniera y también decidió faltar el respeto a sus ciudadanos y acallar algo muy grave al más puro estilo siciliano. Por ello me avergüenzo de ser valenciano. Y la vergüenza se me pasará en el momento en el que tengamos los cojones de dejar de alabar a esta gentuza, a darles dos tortazos bien dados por que los tienen bien merecidos. Yo estoy cansado de que no den la cara. El capullo viejete este del que hablaba, el que estuvo metido en el ajo, ni responde a Jordi ni responde a una mujer que tiene el valor, no, mejor dicho, el DEBER, de hablar con él a la cara. Simplemente se escapa. Sale huyendo. Nos deja en bandeja que es un mafioso, que estuvo implicado en ocultar información acercar de la muerte de 43 personas, y se va tan campante el tío pa su casa. A ese tío lo rodean 100 personas pidiéndole explicaciones y hasta que no llegue la policía (sus perritos falderos) ese cabrón pasa el peor rato de su vida. Vuelve a su casa pero con los pantalones llenos de mierda. Es lo que deberían sentir. Cada día. Sentir el dolor que han causado y que siguen causando, que el ceporro este resulta que actualmente es Presidente de las Cortes Valencianas, o sea que son un clan ahí de amiguetes que se lo pasan pipa.

            Pues nada chicos, me tenía que desahogar porque me estaba haciendo sangre en la lengua de tanto mordérmela. Las cosas están muy feas, y es una pena que mucha gente no quiera verlo. Si en algún momento tenéis a algún individuo de estos cerca recordad que para ellos el dinero es lo primero, haya lo haya que hacer, y no tú, ni tu mujer, ni tus hijos. Así que molestadles. Ellos lo hacen todos los días. Que aunque Esperanza Aguirre se ponga de puntillas para vacilar a su pueblo, de un tortazo bien dado se acordará toda su vida. Yo una vez tuve a Rita (Barberá, la alcaldesa, que desayuna los crispis con el J&B) a tres metros de mí… y no hice nada. Y por ello me arrepentiré toda mi vida. No desperdiciéis la oportunidad.

            Por supuesto dar la enhorabuena al equipo de “Salvados” por hacer el tipo de periodismo que hace falta en este país. Y escribo esto con todos mis respetos a las víctimas del accidente, es muy injusto lo que les ha tocado vivir por culpa de intereses privados y corrupción política y empresarial. Ojalá llegue el día en el que abramos los ojos.

            Saludos amiguetes!!

1 comentario:

  1. Por qué hicimos el 'Salvados' del metro

    http://www.elperiodico.com/es/noticias/al-contrataque/por-que-hicimos-salvados-del-metro-2382491

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